…”Paula Shocron, in Los vínculos, has found a way to inhabit her ghosts, as it were; she brings us to a realm that is at once familiar yet always unexpected, continually finding new life…”
Jason Weiss (Liner Notes)
Es un proyecto que comenzó con una pregunta. ¿Qué pasa si la práctica cotidiana se vuelve obra? Hacía un par de años que venía estudiando las Variaciones Goldberg de J. S. Bach, como un trabajo personal y como una excusa para trabajar técnicamente el piano, hace mucho tiempo que soy autodidacta y las obras me sirven para investigar y luego volcar estas investigaciones a otros trabajos. Sin embargo esta obra en particular, que es preciosa, empezó a pedir un poco más…
Fue entonces que sin muchas pretensiones empecé a grabar mis prácticas, con una grabadora casera, sin saber mucho qué iba a hacer después con ellas. Después de hacer el ejercicio de escuchar todo ese material se vinieron imágenes, muchas, algunas indescifrables, pero otras muy concretamente de mi infancia, cuando creía aún que mi vida iba a girar en torno al piano clásico, y allí estaba puesta toda mi energía. Entonces apareció una nueva pregunta:
¿Cómo sería conversar hoy con Paula en ese momento de su infancia?
Por algunas semanas hice el ejercicio de escucha interna, me imaginé paisajes sonoros a partir de los movimientos de la obra que, como en un sueño, aparecían distorsionados, enrarecidos, sentí la necesidad de sentarme a materializarlo. Me senté a escribir una partitura, o mejor dicho algunas instrucciones y fui al estudio donde con la ayuda de Sam (Nacht) armamos un paisaje sonoro a partir de las grabaciones de la práctica.
En ese montaje convivían la pianista clásica pero también la compositora, o mejor dicho, “la imaginadora” que había aparecido en la escena y ya no podía obviar. Allí se cerró la primera parte del trabajo.
Después de algunas semanas de decantación, decidí escuchar nuevamente todo. Es muy curioso cómo algunas veces la imaginación es en imágenes o sensaciones y otras veces en palabras…Esta vez vinieron palabras, que tampoco pude dejar de lado. Escribí los textos mientras escuchaba el montaje sonoro. Poco a poco estos textos se fueron transformando en lo que sería luego mi partitura en el momento de “conversar”.
La última parte fue la conversación propiamente dicha. En el estudio, con estos textos/partituras, siguiendo cada movimiento del montaje, superpuse las improvisaciones, en tiempo real.
Con esto se completaba esta nueva obra a partir de los diálogos entre la práctica y la performance, pero también entre los distintos momentos que fui atravesando como música.
Puedo decir que con este trabajo también solté algo, quizás más relacionado a un prejuicio, de cómo tocar música clásica, o de cómo interpretar a Bach…esta es mi propia interpretación, en este momento particular, donde todo se vincula, donde todo se conecta, donde el tiempo no es lineal…