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Primera instancia de apertura residencia AGUA

Idea, curaduría y realización: Paula Shocron
Artistas convocadxs: Camila Reboratti, Verónica Trigo, Angela Babuin, Leo Cullari, Paula Marini, Federico Isasti y Paula Shocron.
Acompañamiento curatorial: Catalina Lescano
Producción general: Magma Centro de Artes

AGUA es una residencia que comenzó virtualmente y se fue desarrollando poco a poco durante el año 2020. Esta primera instancia gira alrededor de un ejercicio realizado en etapas luego de sumergirnos juntes a estudiar aspectos científicos del agua. Compartimos entonces el camino que luego dio origen a creaciones personales y que luego fueron desplegadas y materializadas. Quedan invitadxs a navegar esta primera apertura del proceso de investigación.

“¿Qué sensación física me provoca un dato científico? ¿Qué emoción? ¿Puedo imaginar la nieve orbitando una estrella que luego se convertirá en un sistema solar entero? ¿Puedo escuchar cómo suena? ¿Puedo tocarla? ¿Cómo se ve?

Ante una pandemia que poco a poco se instalaba, ante un mundo que estaba cambiando rápidamente para convertirse en algo completamente desconocido, empecé a pensar en el agua, como elemento fundamental para la vida pero también como material sensible, desplegable, explorable, desde su presencia y también desde su ausencia. Fue desde estos pensamientos que inicié este proyecto. Invité a seis artistas a pensar, imaginar, estudiar el elemento AGUA como materialidad. Hace tiempo que vengo indagando en los procesos creativos colectivos, donde las distintas miradas se complementan y se potencian. Así, juntxs, durante 6 meses, en pleno confinamiento, desde el encuentro virtual nos sumergimos en el universo de este elemento vital, antiquísimo, energético, contradictorio, para conectar/re-conectar con lo más profundo de nuestras sensibilidades y sensorialidades pero también con nuestros imaginarios. 

AGUA I es la investigación misma, es el inicio, es el proceso, es el dato científico, son los aspectos que llamaron la atención de cada unx, es encontrar materiales para luego desarrollar. Por otra parte es también un ejercicio de escritura, una meditación, una obra visual, fruto de esta experiencia compartida pero con recorridos individuales.”

Texto curatorial –  Paula Shocron

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Mi intención y mi primer deseo de búsqueda y de exploración fue acercarme al tema agua desde un recorrido inusual; quería evitar entrar por esa puerta, para mí tan querida, de la fluidez y de una cierta cercanía entre el elemento y mi movimiento. 
Quería explorar todo lo que, en el agua, no me conectara con lo corpóreo y lo  orgánico.
Por esta razón fui atraída por el hielo. El hielo como fuerza que puede ROMPER, como algo que puede QUEMAR, como una forma rígida, definida, MATERIA LENTA, SUSPENDIDA, SILENCIOSA, transparente y pura. 
La búsqueda me llevó a una dimensión de organización molecular y al mismo tiempo a unos aspectos más exteriores en relación al color y a las formas que puede asumir el agua en su estado sólido que inspiraron una instalación performática que pone en evidencia la CONTRADICCIÓN entre estos dos mundos.

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La pregunta básica me llevó a recorrer conocimientos… 
agua es H2O… 
dos átomos de Hidrógeno y uno de Oxígeno… 
tenía que entender qué era cada elemento en particular, es decir, Oxígeno e Hidrógeno… 
mi investigación tomó el camino de entender qué es el HIDRÓGENO y qué el OXÍGENO
a partir de esto entender la conformación de los planetas…
el universo…
y en este caso, nuestro planeta…
Una de las conclusiones significativas es ver que la vida surge a partir de la formación de agua. 
es decir…  toda vida…  que quiera existir en la tierra…  tiene que depender del agua….
la vida que surgió en este contexto necesitó ser apta para un entorno acuoso… 
no es al revés 
no es que el agua genera vida, 
sino que la vida en este contexto responde a su filiación con el agua.

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El proceso de investigación del agua fue un trabajo individual y a la vez colectivo de varios meses. A lo largo de ese proceso la pauta fue ahondar en el material que cada uno iba descubriendo y profundizar en aquellos aspectos del agua que más le resonaban a cada uno. En mi caso, ese camino fue errático, con materiales disímiles y con fenómenos físicos y químicos increíbles pero aparentemente desconectados entre sí.
Sin embargo, desde la primera reunión grupal hasta días antes de definir la idea central de la obra, un material ya existente, previo a la investigación, emergía una y otra vez: una resonancia magnética de mi cabeza tomada en febrero de 2018 tras tener la migraña más fuerte de mi vida. El tiempo pasaba, la ansiedad aumentaba y las ideas que tenía las sentía vacías de sentido. Lo que sí aparecía eran las resonancias, los planos axiales, los coronales, los conductos intercraneales brillantes y un corte de perfil de mi cabeza con toda su masa interior. En este momento (con la ayuda del grupo) decidí invertir el orden: pasé de buscar la obra en la investigación a buscar el agua en la resonancia.
Así, luego de investigar sobre cómo funcionan las resonancias magnéticas entendí que la relación entre mi material y el agua ya estaba ahí: los resonadores magnéticos no podrían funcionar si las moléculas de hidrógeno presentes en el agua no estuvieran dentro de nuestro cuerpo.

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A partir del ejercicio de imaginar y traducir cómo se ve, se escucha y se percibe al tacto cada uno de los aspectos principales de la investigación realizada, trabajé sobre estos aspectos generales: 
AGUA COMPARTIMENTADA, forma en que se explica la organización del agua en el cuerpo humano desde la Fisiología.
El agua como COMPONENTE PRINCIPAL de los distintos tejidos en el organismo. 
La particularidad del agua de estar en movimiento constante DE UN ESPACIO A OTRO; de mezclarse deviniendo en líquidos diferentes que circulan en distintas regiones, a DISTINTAS VELOCIDADES y con distintas funciones.
Los fluidos como sistema de TRANSPORTE. 
La fuerza de cohesión existente entre las moléculas de agua al interior de un líquido y la TENSIÓN SUPERFICIAL que esto produce.
La tendencia de las moléculas de agua a UNIRSE formando gotas.

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La ecolocalización
es la capacidad de algunos animales subacuáticos
de conocer su entorno
por medio de la emisión de sonidos
y la interpretación del eco que los objetos a su alrededor producen debido a ellos. 

Lxs humanxs replicamos este mecanismo artificialmente
 a través de sonares,
para navegar en el mar y conocer sus características. 

Debajo del agua
el sentido que más prevalece
 es el de la audición,
y el sonido viaja
aproximadamente 4 veces más rápido que en el aire. 

El agua es un medio elástico y fluido.
Es decir que es deformable.

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Individualmente
como    artista    dentro    de    esta    residencia
centré mi atención en el agua en relación al espacio exterior…

desde cómo un anillo de nieve alrededor de una estrella joven podría dar vida a todo un sistema

solar,

pasando  por  el  viaje  del agua   
del espacio a la tierra, en forma de hielo,
y por último cómo la pérdida de la atmósfera significaría la pérdida 

del agua total de un planeta,

en este caso como sucedió en Marte.

Me interesó esta idea de ciclo, 

inicios 

finales

todos simultáneos 

nuestro                  planeta                  dentro                de                esta

trama 

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Durante este primer momento de investigación, me interesaron 3 aspectos. 

El primero fue el AGUA DE CONSTITUCIÓN o DE ESTADO ENERGÉTICO,
agua químicamente combinada que no puede eliminarse sin alterar el sólido,
no la encontramos en estado líquido, gaseoso ni sólido.
El ejemplo estudiado fue basado en la ringwoodita. 

El segundo aspecto estudiado
fue el AGUA DE CONDENSACIÓN CAPILAR
de fluidos
que se encuentran atrapados dentro de un mineral con estructura cristalina
geodas con agua en su interior
separadas de su ambiente
    por miles de años en algunos casos.

El tercer aspecto es el de AGUA LIBRE o GRAVITACIONAL 
la gota que forma las estalactitas y estalagmitas en las cuevas 
se mueven a través de los poros de la roca actuando sobre ella las presiones extremas y la gravedad.

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Proyectos individuales AGUA II: “Creaciones”

“El comienzo está en la roca, no es sólida, líquida ni gaseosa, es su estado energético”
Al pensar en el proyecto, lo primero que llegó fue realizar acuarelas que, desde hace un tiempo, es mi lenguaje pictórico. Sorprendentemente, la búsqueda de lo que representa para mí el concepto “Agua” como fuente del todo fue por otro camino. 
La papiroflexia es una herramienta poderosa para explorar  las posibilidades de un devenir, una génesis. Las plantas, los animales y parte del ser humano han evolucionado siguiendo esta premisa. Por medio del plegado podemos llegar a descubrir los secretos de nuestro mundo. Observar como una hoja de papel al plegarse puede cambiar de tamaño y forma para llegar a lugares totalmente inesperados fue el llamador para desarrollar esta instalación en tres momentos de “Crónica de una gota de agua.”

La investigación fue por medio del estudio y práctica de las tramas y texturas del plisado, primero en pequeña escala hasta llegar a la estructura y tamaño final. Transitó por  plegados sencillos y llegó a estructuras más complejas trabajadas en su totalidad con papel madera. En la instancia final fue desarrollar la instalación, pensarla en luz y adaptarla al lugar para realizar el cortometraje.
La potencia de lo que será, el bramido, el proceso de gestación de humedad y su liberación en gotas es el ciclo infinito-finito de la vida-agua, elemento transmutado en una inspiración origami.

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BLU invita a un encuentro con la intimidad molecular del agua,
a través del cuerpo propone un viaje macro-poético
en la materia que se está transformando antes nuestros ojos,
una interpretación de las conexiones íntimas
entre hidrógeno y oxígeno en el momento del congelamiento.    

BLU está basado en algunas contradicciones del agua en su pasaje del estado líquido a sólido. 
El agua pura se congela a 0°C y se llama hielo. El agua es una de las pocas substancias que se expande al congelarse: aumenta de volumen, es decir que, por la estructura cristalina poco compacta de las moléculas del hielo, disminuye su densidad.
Los enlaces moleculares en este cambio de estado se organizan en estructuras hexagonales y, a veces, por el rápido enfriamiento del agua líquida, las moléculas no tienen tiempo suficiente para formar una red cristalina (hielo amorfo).
El agua en el estado solido pierde su transparencia, se reconoce por su color blanco níveo y en ciertas ocasiones se ve de color azul, cuando en el hielo más compacto, (como el hielo de un glaciar o de un iceberg), solo el componente azul de la radiación solar tiene la suficiente energía para penetrar en el interior de la masa.
Quería hacer la experiencia de volverme hielo. Me interesa, en mi búsqueda de movimiento, atravesar estados extra-cotidianos del cuerpo, imágenes contradictorias. Creo que a través de la materia de nuestro cuerpo bailante podemos abrir espacios de percepción y vivencias expandidas. 
Durante el primer periodo de estudio del hielo, me fascinó mirar videos de experimentos que mostraban el pasaje del agua desde el estado líquido al estado sólido.  Mi idea era restituir con la organicidad del cuerpo en tiempo real, esta transformación y pensé en una performance donde el espectador podía realizar un experimento con el agua y en lugar de observar el devenir de la materia al microscopio, podía encontrar una respuesta poética de lo que se estaba desarrollando delante de sus ojos, en el cuerpo del performer. 

En medio del proceso BLU se transformó en un proyecto audiovisual (debido a la pandemia) y se perdió la posibilidad de la interacción real, entonces decidí volver a los videos y a las fotos que había encontrado durante la investigación y busqué una manera para que convivan en simultáneo con el movimiento y pude, de alguna manera, volverme hielo.

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Las Fuerzas Vitales es una excursión al interior del cuerpo humano
a través de los fluidos que lo componen,
una búsqueda obstinada de evidenciar aquellos procesos
en los que el agua propulsa la reproducción de la vida.

Esta obra audiovisual se propone como una manera de conocer el comportamiento de estos líquidos, entendiendo a la mirada como un puente para amplificar aquello que se le presenta como contenido y aparentemente abstracto. En L.F.V. la atención viaja para hacer visible lo invisible.
Sobre el proceso creativo…
En esta segunda instancia de residencia AGUA fue posible conocernos de manera presencial y ocupar un mismo espacio de trabajo donde jugar otras dinámicas de diálogo, de exploración y de intercambio colectivo. 
Encontrarnos en un espacio físico fue clave en tanto condición material donde elaborar y hacer tomar cuerpo los bocetos e ideas acumulados durante la primera instancia de residencia virtual y también, para tomar decisiones en relación a la composición.
El encuentro con lxs otrxs residentes, además de ser un hecho extraordinario en el contexto epidemiológico que vivimos, resultó crucial para comenzar a poner a prueba las imaginaciones en torno al material producido sobre el tema agua y para llevar a cabo una serie de prácticas que propicien un acercamiento entre las informaciones investigadas y la experiencia somática.

Agradezco a Julieta Romano por su colaboración en la escritura de este proceso

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IRS recrea a un nivel sensible
cómo se comporta el agua que llevamos dentro,
tan extraña como propia.
Todo lo que está bajo la piel
aparece en el exterior,
ante nuestros ojos,
como un misterio develado.

IRS es una obra basada en la investigación sobre el agua como elemento presente en el cuerpo humano, en la Tierra y en Marte:

• El agua líquida es una red infinita de puentes de hidrógeno en continua creación y ruptura.
• En los ecosistema gobernados por el hielo y la nieve la vida transcurre con mayor detenimiento.
• En Marte el agua pasa directamente de estado sólido a estado gaseoso.

A pesar de tener en claro estos tres aspectos, la obra no apareció hasta que tomé materiales que parecían no tener conexión con el agua: 1500 imágenes de la resonancia magnética que me habían hecho después del dolor de cabeza más fuerte de mi vida. Estudiando el funcionamiento de los resonadores magnéticos entendí que la obra ya estaba ahí.
La imagen por resonancia magnética funciona en base al principio físico de simpatía entre las radiofrecuencias (de 3hz a 3Mhz) y los átomos de hidrógeno cargados positivamente en las moléculas de agua del cuerpo humano. La máquina externa genera un campo magnético y  envía radiofrecuencias excitando el tejido interno y censando la respuesta, transformándola en imagen. 
Por otro lado, me gustaba la idea de trabajar con el agua como material visual generado a partir de vibraciones. Usando sonidos de bajas frecuencias (menores a 100hz) encontré un abánico de posibilidades que me interesaba combinar con las imágenes de las resonancias.
Así, pensé que los tres niveles iniciales de la investigación podían converger en el trabajo final: el nivel molecular (el agua reaccionando al sonido), el nivel terrestre/visible (las resonancias y las figuras del agua) y el nivel extraplanteario (el carácter de la obra).

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cómo es un cuerpo dentro del agua? 
cómo escucha? 
cómo suena? 
cómo mueve?
cómo percibe el paso del tiempo?  
se ve suspendido? se funde con el entorno?
lo afecta? lo altera?

A través de esta investigación, encontré datos sobre la naturaleza y su comportamiento en estado de inmersión, las formas que tiene de comunicarse a través del proceso de ecolocalización. Entendí cómo lxs humanxs replicamos su comportamiento de manera artificial. Principalmente me enfoqué en el rol que el sonido cumple, cómo se comporta y cómo viaja en el agua.
A partir de estas investigaciones propuse una serie de prácticas a mis compañerxs de residencia, las cuales propiciaban experimentar  ese estado inmersivo a través de consignas con el cuerpo y luego registrar esas sensaciones con palabras. 
Por otra parte, desde un primer momento supe que quería intervenir el sonido con el movimiento y viceversa, fue por eso que recurrí a una app que registra movimiento. De alguna manera me imaginé que ésta haría la suerte de comunicación tecnológica que tienen los animales debajo del agua. 

Inmersión intenta acercar ese estado a quienes se sumerjan, a través de un paisaje sonoro y visual, permitiendo a cada cuerpo adentrarse en ese mundo para llevar a cabo su propia interpretación del mismo. 

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Vida Evaporada es una tragedia en potencia.
Es un ejercicio,
una invitación a la exploración del estado de deshidratación,
es imaginarnos al agua escapándose de nuestros cuerpos,
por nuestros poros, por nuestros ojos,
es también sentirnos árboles en un terreno que poco a poco
se va secando por completo. 

La investigación empezó a partir del estudio del agua en el espacio exterior. Si bien durante la primera instancia de este proceso me dediqué a recolectar datos, algunos muy impresionantes sobre el estado del agua en el vacío del espacio, me llamó mucho la atención cómo en Marte al perder su atmósfera sus aguas empezaron a evaporarse contribuyendo así a la extinción de toda vida posible en dicho planeta. 
Esta información me llevó rápidamente a pensar en nuestra Tierra, en cómo la contaminación poco a poco va dañando esta capa protectora de la cual dependemos para toda nuestra existencia. 
Pensé Vida Evaporada como una performance. La intención fue propiciarnos explorar todo aquello que sucede al cuerpo en estado de deshidratación como un material en sí mismo.
En primer lugar nos sumergimos a estudiar los procesos de deshidratación, en los seres vivos en general, qué cosas van sucediendo en un cuerpo vivo a medida en que va perdiendo su agua interior, qué procesos suceden a nivel físico, a nivel fisiológico, a niveles mentales. Luego de leer toda esta información propuse que cada unx investigue sobre este estado, ya sea con su propio cuerpo o con diversos objetos o materialidades. 

El resultado de la prueba fue el inicio del armado del corto. A esta performance se sumaron algunos registros de las plantas, lo cual me llevó a recorrer parques, pasar tiempo con los árboles, escucharlos, conectarme con esos cuerpos sensibles que están ahí, en medio de la ciudad y muchas veces pasan desapercibidos. Para cerrar este trabajo fui a un estudio de grabación a sumergirme en el mundo sonoro. Los registros partieron de la pregunta “¿cómo serían los sonidos de la deshidratación?” El recorrido fue por varios instrumentos siempre bajo esta guía que llevó a sonoridades quizás no tan habituales. 
El resultado fue una reflexión, un miedo, y sobre todo la pregunta ¿es este un futuro posible para nuestro planeta? 

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Origen es una instalación que pone de manifiesto
la maquinaria ecológica compleja que conformamos
donde el AGUA es el combustible y esencia de esa comunión.
El AGUA es la Tierra,
el AGUA es nuestra  vida,
el AGUA es el todo. 
Somos una misma AGUA que fluye hasta el fin.

El camino comenzó a partir de preguntas básicas como ¿Qué es el AGUA? ¿Por qué y cómo se forma? ¿Por qué es tan importante para la vida? La búsqueda de respuestas derivó, en un primer momento,  en tratar de comprender la formación de los elementos en la Tierra, y cuál es la diferencia con otros planetas. El trayecto fue avanzando hacia el  estudio de la estructura atómica y subatómica del hidrógeno y del oxígeno con sus propiedades particulares tanto físicas como químicas. Encontré que la unión de estos dos elementos formando el AGUA genera un ambiente propicio, un caldo de cultivo para que se desarrolle la vida, donde surgen especies adaptadas a ella. Las características del AGUA,  a partir de su omnipresencia, se ven reflejadas en cada ser, en cada objeto ya que es el elemento básico de unión. Por lo tanto, el AGUA que circula por cada rincón del planeta, es el elemento compartido por todo este gran ecosistema.
En un primer momento intenté derivar esta investigación en una obra donde exista una maquinaria que implique el AGUA fluyendo íntegramente por todos los rincones, como factor de comunión. Quería plasmar ese origen del planeta, de los elementos, del AGUA misma, mostrar un espacio generador de vida. Pensé en el útero como lugar inicial ideal propicio para que estos procesos aparezcan.

La investigación/obra avanzó hacia el montaje de este gran laboratorio, donde el AGUA se interconecta por todos los recipientes y donde, a partir de ella, cada elemento es potencialmente vida.  
La instalación invita a pensar y sentir sobre esta gran unión, a este experimento de vida que conformamos, esta Tierra acuosa que somos y compartimos.